Deuda Técnica: Qué es y cómo las Metodologías Ágiles pueden reducirla

Descubre qué es la deuda técnica, por qué sucede y cómo las metodologías ágiles pueden ayudarte a mitigarla....
Deuda tecnica

En este artículo:

La deuda técnica es un concepto que se refiere a los compromisos y decisiones técnicas que se toman en el desarrollo de software, donde se prioriza soluciones rápidas y temporales sobre opciones más óptimas y sostenibles. Aunque estas decisiones pueden acelerar el progreso a corto plazo, a largo plazo generan problemas de mantenimiento, complejidad y mayores costos.

En este artículo, explicaremos en detalle qué es la deuda técnica, por qué ocurre, quién es responsable de su acumulación, y cómo se puede medir. Además, analizaremos cómo las metodologías ágiles pueden ser una herramienta efectiva para reducirla y ofreceremos recomendaciones para evitar su impacto negativo en tus proyectos.

¿Qué es la deuda técnica?

Como indicamos al inicio, la deuda técnica, o también conocido como Technical Debt es un término que describe los compromisos técnicos que se adquieren cuando los equipos de desarrollo prioriza soluciones rápidas sobre soluciones más óptimas y de calidad. Este concepto se compara con una deuda financiera, donde la decisión de “pedir prestado” tiempo hoy mediante la implementación de soluciones de baja calidad puede resultar en un “interés” a largo plazo, como la acumulación de problemas técnicos, mantenimiento costoso y mayor dificultad para implementar cambios en el futuro.

Según el Survey de Stack Overflow 2024, el 62% de los desarrolladores consideran la deuda técnica como un problema significativo, superando por mucho otros desafíos como la complejidad de los stacks tecnológicos. Esto resalta la importancia de entender y manejar adecuadamente la deuda técnica para evitar que afecte la eficiencia y calidad del desarrollo de software.

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Fuente: Stack Overflow Survey 2024

¿Por qué sucede la deuda técnica?

Technical debt puede surgir por diversas razones. Un motivo común es la presión por cumplir con plazos estrictos, lo que lleva a los desarrolladores a tomar atajos en lugar de invertir tiempo en soluciones más robustas y sostenibles. Además, la falta de claridad en los requisitos, el mal diseño arquitectónico, y la carencia de pruebas adecuadas son factores que contribuyen a la acumulación de deuda técnica.

En la toma de decisiones técnicas, existe una matriz de priorización que a menudo se descuida. Esta matriz se compone de dos ejes principales: urgencia y complejidad. Cuando se da prioridad a la urgencia por encima de la complejidad, las decisiones técnicas pueden inclinarse hacia soluciones rápidas y baratas que, aunque cumplen con el objetivo inmediato, introducen complejidad adicional a largo plazo.

¿Quién es responsable de la deuda técnica?

La responsabilidad no recae en un solo rol, sino que es compartida por todo el equipo de desarrollo y los stakeholders involucrados. Los desarrolladores son responsables de implementar soluciones, los arquitectos de software de definir estructuras sostenibles, y los gerentes de producto de establecer expectativas claras y realistas.

El liderazgo técnico juega un papel crucial en la identificación y manejo de este problema. Un enfoque proactivo, donde se fomente la discusión abierta sobre las implicaciones a largo plazo de las decisiones técnicas, puede ayudar a mitigar la acumulación de deuda.

¿Cómo se mide la deuda técnica?

Medir este suceso es fundamental para gestionarla de manera efectiva. Algunos métodos comunes para cuantificar la deuda técnica incluyen:

  • Cantidad de código duplicado: Este indicador muestra el volumen de código que ha sido copiado y pegado en lugar de ser modularizado o reutilizado adecuadamente. Un alto nivel de código duplicado sugiere un diseño deficiente y una mayor deuda técnica.
  • Complejidad ciclomática: Esta métrica mide la cantidad de caminos independientes en el código. A mayor complejidad ciclomática, mayor es la dificultad para mantener y depurar el código, lo que indica una mayor deuda técnica.
  • Cobertura de pruebas: Refleja el porcentaje de código que está cubierto por pruebas automatizadas. Una baja cobertura de pruebas puede ser indicativa de una deuda técnica elevada, ya que el código no probado es más propenso a contener errores y ser difícil de mantener.
  • Tiempo de refactorización: El tiempo necesario para refactorizar o mejorar el código existente es otro indicador de deuda técnica. Si se requiere una cantidad significativa de tiempo para refactorizar, es probable que la deuda técnica sea considerable.

Estas mediciones no solo ayudan a identificar la deuda técnica existente, sino que también permiten rastrear su evolución a lo largo del tiempo, facilitando la planificación y priorización de esfuerzos para su reducción.

¿Cómo una metodología ágil puede reducir la deuda técnica de tu empresa?

Las metodologías ágiles, como Scrum, Kanban y SAFe, ofrecen marcos que permiten gestionarla de manera eficiente. A través de ciclos de desarrollo cortos y retrospectivas regulares, es posible identificar y abordar la deuda técnica de forma continua, evitando su acumulación.

  1. Scrum: Implementa sprints cortos donde se revisan y priorizan las tareas técnicas. Esto permite que las decisiones de diseño y arquitectura sean evaluadas con frecuencia, evitando la acumulación de deuda.
  2. Kanban: Fomenta la visualización del flujo de trabajo y la limitación del trabajo en progreso (WIP). Al identificar cuellos de botella y áreas de mejora, Kanban ayuda a reducir la deuda técnica al promover un flujo de trabajo más eficiente.
  3. SAFe (Scaled Agile Framework): Este marco escalado para grandes organizaciones permite integrar la gestión de la deuda técnica en las decisiones estratégicas a nivel de portafolio, alineando los objetivos técnicos con los de negocio.

Recomendaciones para Evitar la Deuda Técnica

Para evitar la acumulación, es crucial adoptar un enfoque proactivo y disciplinado en el desarrollo de software. Algunas recomendaciones clave incluyen:

  • Establecer estándares de codificación claros: Define y sigue guías de codificación consistentes para asegurar la calidad y la mantenibilidad del código desde el principio.
  • Priorizar la calidad sobre la velocidad: Aunque es tentador apresurar el desarrollo para cumplir con plazos, es fundamental equilibrar la velocidad con la calidad para evitar compromisos que resulten en deuda técnica.
  • Realizar revisiones de código: Fomenta la cultura de revisiones de código para identificar problemas potenciales antes de que se conviertan en deuda técnica.
  • Invertir en automatización de pruebas: Asegúrate de que el código esté adecuadamente cubierto por pruebas automatizadas para reducir el riesgo de errores y la necesidad de refactorización posterior.
  • Mantener una arquitectura modular: Diseña sistemas que sean fáciles de entender y modificar. Una arquitectura modular facilita la incorporación de cambios sin introducir deuda técnica.
  • Monitorear continuamente la deuda técnica: Utiliza métricas para rastrear la deuda técnica a lo largo del tiempo, permitiendo tomar decisiones informadas sobre cuándo y cómo abordarla.

Adoptar estas prácticas no solo ayuda a minimizar este suceso, sino que también mejora la eficiencia y calidad del desarrollo de software, asegurando que los proyectos se mantengan sostenibles y escalables a largo plazo.

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